No quise enfrentar al destino, siempre le di la espalda a sus continuas amenazas, pero tarde o temprano debi comprender que atacarias de frente y sin pensar, desdichado e inerte destino que llega a mi puerta, acongojado y enredado entre mil pensamientos, da mil vueltas a mi cabeza y poco a poco se apodera de ella.
Tu decision ante la mia, el dolor del adios, la fortuna de un nuevo dia, cual camino tomaras repetia, cual sera la salida q encontraras y esta vez sin huir,, donde iras, cual es el sendero por donde tus piernas fugaces atravezaran la oscuridad para alcanzar la mañana, donde reposara tu alma y tus pensamientos, si hoy atado de pies y manos solo debes verme a la cara y dejar que tu fortaleza se haga trizas en tus ojos y resbalen mil fragmentos de dolor por tus mejillas...
Pasa, pasa uno y otro instante cual eternidad irrumpida x el tic tac del reloj q se va y q viene, pasan los segundos en toda una vida, se llenan de recuerdos, de momentos, instantes tristes entre sonrisas para dejar una mente en blanco, buscando una imagen perdida de algo q nunk existio, que nunk fue y q no podre recuperar, eso que se destrozo poco a poco y se derrumbo sobre su misma tempestad.
Mira un dia como acaba, un segundo como termina, de que vale la eternidad cuando llega el momento de morir, porque el inicio si tendra un fin, no es vida, no es muerte, sencillamente es caminar hasta ese punto en donde el camino termina y no sabes si regresar, si continuar o quedarte para siempre alli, sacar las raices que atan a tu corazon y anclar tu vida a ese espacio conocido y resignado a dejar de ser lo q hay mas alla, en convertirte en ese sueño que pensaste alcanzar y que murio, murio ahogado por la sed de la aventura, por la monotonia del pasado que se repite en esa pantalla gigante de los años.
Esa lucha por querer ser las dos caras de la moneda y encontrar el equilibrio que me mantenga en pie, imposible ante los ojos de la realidad absurda que me confunde, cual blanco oscuro tallado en lo etereo de mis palabras.
Son cadenas arraigadas a la costumbre de tener un demonio entre la bondad de mi alma y dejar que escape en las noches, volviendo a mi en la mañana, apaciguando la sed por no morir y seguir aun existiendo entre la sangre que recorre mi cuerpo.
Como aparenta una piedra ser fuerte cuando al primer golpe se parte en dos, dejando al descubierto la profundidad de su delicadeza, arrastrada por el viento que se eleva y se lleva para siempre, eso que conservó con cautela pero que a fin de cuentas ya no le pertenece mas que a la brisa y a un recuerdo de lo que fue.
Y quisiera derrotarte y desterrarte sin que te lleves mi vida en los bolsillos, conservar eso que queda de mi y que nunca tuviste, pero como hacerlo si es un todo mezclado con la melancolia de lo q aparentemente murio pero aun duerme y q tengo miedo despierte y te destroze.
