domingo, 11 de noviembre de 2012

Un NO regreso...

Caminando, entre una tarde tranquila de un infinito azul marino de la tierra que acariciaba mis pies, contemple en silencio como la bruma de los años, invisible y etérea se ha llevado los segundos de mis no recuerdos,

Esa ausencia, la presencia de lo que falta, de lo que se ha ido, marchaba sublime en el retumbante pensamiento de mis inciertos, iba, venia y volaba, recorría sin sendero fijo aquel destino ya pisado por mis huellas invisibles, esas que se fueron desbaratando por la soledad del tiempo,

Regrese aquel lugar que apenas conozco, donde el amarillo corona los días y el negro brillante de la oscuridad profunda ilumina al caminante de los sueños,

Regrese con los retazos de recuerdos, para escribir nuevas letras, nuevas ironías,
y estaba allí,  aun inmutable aquel que deje atrás de los segundos, el mismo, la misma voz, el mismo otoño de su rostro,

Culpable y vació me ahogue en el silencio de un paisaje carente de figuras animadas por sutiles suspiros de sus  almas, pensé en la noche, pensé en el día y así se fue el amanecer, me encontré a la tarde quien me arrullo en sus cálidos brazos del ocaso, y concluí  que la culpa no es del tiempo y son vanos los pretextos porque imposible es nada y nada es imposible hasta que sale de mi boca,

Regrese aun sin volver y me quede para siempre en ese instante detenido en el tiempo, regrese con la seguridad de no saber si regrese o volví, sin siquiera haber marchado...