jueves, 31 de enero de 2013

Alli....

Entre aquellos pasos trastabillantes de mis miedos, al borde de la locura del silencio, sujetando la mano de mi propia alma que pretendía escapar entre los sollozos de las letras que brotaban de mis dedos, soñé con los años tranquilos de la inocencia, la inexperiencia de mi pasado y escribí...

Si puedes escucharme allí, en ese recóndito lugar del espíritu que te posee, mientras sutil duermes inmutable, levitando casi mágicamente, tan ausente a tu propia existencia, allí, donde no existe mas que ese silencio ensordecedor de una sola voz que te aguarda, allí, entre mis sueños y mis temores de perder las alas,
Se lo que se siente estar a un paso del abismo y decidir si perder la vida en el intento de volar o dar un paso atrás hacia el olvido, sin poder soportar el dolor de aquel frio inclemente que congela la respiración, porque la ausencia se ha convertido en una presencia constante de recuerdos, implacable y letal.

Mas es la noche de olvidos, trastocada por la leve capa de llanto que inunda tu garganta, la que limpia el maquillaje de tu sonrisa y difusa se borra mientras bebes la sicuta del ayer.

Palabras, mil palabras incoherentes se desbordan sin sentido, pero el sinsentido de tu vida da razón al vivir, aquel anhelo sublime de un ocaso callado, perdido entre las montañas  de tu silueta, aquella silueta desvanecida, allí, en aquel lugar y en ese mismo momento donde puedes escucharme sin oír.