martes, 28 de mayo de 2013

Donde quedo el olvido?

Alguna vez pensé querer y quise pensar que quería, más las palabras se deslizaron por mi boca y etéreas se esfumaron en el cielo.

No se sí mi voz o quizás silencio, talves destino, yo diría tiempo, lo que te trajo hacia mi día, te devolvió hacia mi puerta. El recuerdo perdido de tu silueta lejana, dejando atrás mi vida atrás, mi alma, más hoy, aquí frente al silencio de tu boca y tus labios que buscan los míos, recordando, anhelando, reviviendo ese momento, esos años.

Labios de olvido en mi piel marcados, tu sonrisa tan fría, tibio aliento desgarrado de mi propia mente, desdibujando la figura de tu sombra en mi almohada, hoy vuelve aquí a mi mano, cabisbaja, arrepentida y sola, destrozada.

Pero como evitar inhalar el perfume de tus recuerdos, como evitar beber de tus labios los años atrás dejados, si mis manos extrañaban tus manos, si mi voz pronunciaba tu nombre y tu nombre aún no borrado, revive ese ocaso, donde la despedida te alejó de mi vida y donde la tarde te devolvió a mi alma.

Ahora dime, que caminó tomar si el olvido se ha marchado, si mis besos te recuerdan, si hoy tu mano pide caminar a mi lado? Ahora dime, donde quedo el olvido, donde yacen las respuestas?

domingo, 26 de mayo de 2013

Años...


Tras andar por los años que no recuerdo, visitar esas imagenes tenues de noches tranquilas de ocasos pausados por segundos, parado frente al abismo de mi propia indesicion, busco alternativas que abran las puertas de la mañana para refugiarme y esperar la noche eterna.

Me pregunto cual es la direccion de la vida, somos tan solo una palabra que pasa, perdida entre el frio de gelidas manos, las cadenas que me atan a respirar asi el silencio ahogue mi voz y viva de anhelos, fantasias colgadas de mis sueños, sueños borrados con el pasar del tiempo, y tiempo que muere en el silencio que ahoga mi voz, ese soy yo.

Mientras recojo los pasos, busco palabras que plasmen una lagrima en el papel sin difuminar mi rostro, tratando de encontrar las noches de sociego borradas de mi memoria, siento atarse mis manos con las invisibles cadenas de la edad, esa enfermedad inevitable, inagotable y eterna, que desgasta los sueños y poco a poco nos impide volar. Sin embargo, por qué detener el tiempo, por qué no acompañarlo, si quiza tomar la mano de la infancia y llevarla siempre amarrada a la piel es el mejor remedio a la muerte.

Hoy la profunda soledad reflejada en mi espejo, quizo encontrar su identidad ante mi rostro, encontrandose a si misma reflejada ante mis ojos, ese brillo apagado que ya no esta, emprendio el viaje de no regreso en el tren de la tristeza, en aquel fantasma invisible del olvido, en su dolor, en el mio.

Tras andar por los años que no recuerdo, olvide los momentos y recorri los segundos, incrustados en las notas insonoras, susurrando por ultima vez, que tras andar por el olvido, me recorde perdido.


jueves, 16 de mayo de 2013

Ella...

Sentada sobre el regazo de mis noches, mis amaneceres llegaron tan repentinos como el parpadeo de mi propia vida, allí estaba ella, preguntado sobre mi, sobre ti y sobre el olvido.

El intermitente ruido de las voces que te llaman, esas mismas que te alejan y reclaman, esas que se llevan mis sueños.

Ves como el tiempo corre y ella de mi mano, en mi mente retumba con su imagen, mientras tu, sentada en mi regazo preguntas por ella, siendo ella la dueña de mi vida... Sólo ella y tu recuerdo.

martes, 7 de mayo de 2013

Lluvia de Recuerdos...



Esta tarde mientras camino en una lluvia de recuerdos que mojan mis zapatos al caminar y se confunden con todos aquellos que se deslizan por mi rostro, imagino el sendero frente a mi, ese incierto camino tan estrecho y tan frio de mi vida, uno tras otro paso dibujado por las tristezas que corren calle abajo del pasado.

Buscando encontrar la cima perdida de mi soledad, para divisar el horizonte de mis sueños, descubrir el limite de mi propia existencia.

Camina ella de mi mano tan apacible y sin titubear, solo me mira y sonrie de vez en cuando mientras se cruzan nuestras miradas. Es tener el pasado como sombra, tan aferrado al tiempo tras del tiempo, tras cada segundo no vivido, alli esta ella, firme en inmutable de mi mano.

Avanzo hacia donde me conduce el infimo sol del cielo que logra colarse entre la bruma de mi mente, es asi, tan escasa que se escurre entre mis manos mientras mis letras se escurren en el papel indeleble de mi propia luz, alli tan cerca a ninguna parte, me dejo llevar al exilio, aprisionado por las imagenes de un ayer, de un beso.

Busco entre los bolsillos la ruta que jamas he encontrado, pero solo hallo pequeños trozos de papel y uno que otro dulce beso olvidado, solo puedo sentir su mano sobre mi mano, ni mi cuerpo se manifiesta, parece elevarse sobre el suelo sin siquiera poder abrir mis propias alas.

Escapo a la realidad taciturna de mi noche, busco el atardecer sobre la mañana y encuentro el ocaso mas tardio que de costumbre, sera quizas que las estrellas buscaron otro camino y quisieron morir ante la espera o sera mi alma que quiza se acostumbro a la prision forjada con palabras y momentos, solo se que el camino llega al tope de la luna y un paso mas es el vacio de mi existencia, aquel donde caer solo tiene tiempo pero mas que tiempo tiene vida y unos segundo de mas despues de llegar la alborada, a solo unos cuantos pasos de donde me encuentro, a unos cuantos amaneceres de mis sueños.

Por ahora solo me queda cerrar los ojos y esperar con paciencia que llegue el viento si ha de llegar con calma, es cuestion de sentir la estacion en la que habitan mis sentidos, solo es cuestion de sentarme y esperar mientras sigan lloviendo en la altura los recuerdos...

domingo, 5 de mayo de 2013

El tiempo del amanecer...


Un minuto cruzando el horizonte, quebranta las barreras de aquel tiempo contra mi tiempo, el conteo regresivo de mi vida se ve difuso cuando llega la hora de morir, dos y tres pasos mas para llegar al punto del no retorno, del no sueño, del nunca mas, esa espesa bruma que cobija mi vista, aquel parpadeo lento y titubeante de mis ojos por no desgastar un suspiro mas de mi aliento.

El momento no ha sido mas oportuno para abrir la puerta y trascender, creo que la vida se ha empeñado en mostrarme los caminos de las posibilidades de mi muerte, finalmente es el destino de mi destino, la noche del ocaso.

Mis manos cuentan los amaneceres que caen tras los vastidores de las horas, esas timidas figuras recorriendo el reloj mientras este, imparable e inclemente se empeña en mostrarme con su paso, cada recuerdo y cada latido, el respirar al final del camino.

Me aferro a la fe de mi propia incredulidad, aquella voz eterna que en silencio me susurra incomprensibles frases de mi propia mente, quizas en este punto la locura se adueño de mi cordura o fue mi cordura la que abandono el silencio y decidio vivir el libre albedrio de su esperanza, aquella que mi alma ha perdido ya.

Y mis tristes letras se convierten en el presagio, el oraculo de mis noches lo predijo, mi ausencia crece con cada respiro y su silueta se abraza con la soledad de mi propio cuerpo, ya ves como negras las rosas pueden florecer a traves del camino, ves como la noche puede ser luz cuando es el amanecer el que ronda entre mis letras, ni uno mas ni uno menos, el tiempo se acaba al tiempo... he ahi tu respuesta.




viernes, 3 de mayo de 2013

Fantasma...


Aqui yace el olor de tu ausencia, ese caracteristico perfume de soledad que embriaga mi almohada mientras duermo, ese elixir que me eleva hasta el cielo de mis propios sueños y me conduce hasta el infierno al recordar que ya no estas.

Los minutos y las horas, los cuadros colgados de las invisibles paredes de mi encierro, ese encierro de mi mente, la muerte de la libertad, los barrotes de tus brazos posados sobre mi cama en los recuerdos del olvido. Aquellas palabras insonantes de tus labios, tan solo tibio aliento de tu boca, esa misma fria mueca de un adios y el traidor palpitar de mi pecho imaginando tu sileta perdida en las figuras dibujadas en mi cama.

Duerme el vacio de tu cuerpo sobre el colchon de mis pesares, siente mi alma ese incanzable ronquido que dejo tu soledad enredado en mis cobijas, tu cuerpo, ah tu cuerpo, esa piel que calida confortaba mi espiritu y que hoy destroza por el eco de su silencio.

Llueve siempre dentro de mi ventana, fria y cubierta de bruma se quedo, me pregunto si la tristeza reina en mi casa, sin embargo creo que son notas vibrantes que traen tu voz, esa que inunda la inmutable paz inexistente en mi corazon, la inmaculada promesa de tu regreso, aquellas incumplidas palabras.

Hoy brotan de mis manos esos recuerdos de mis dedos al sentir las comisura de tus labios, cierro los ojos y me pierdo entre el daño causado, la tristeza infinita, el amor guardado, las batallas perdidas y el espacio frio de las sabanas. Creo contar cada dia, cada segundo que recorren mis pasos y tiemblo mientras mis ojos destierran los recuerdos por mi rostro, uno a uno se deslizan hasta caer en el olvido y nacen nuevamente alimentados por mis ancias de tener aun aqui algo de ti.

Hoy me pregunto quizas, si de ti algo se, si de ti algo queda, pero tan solo inconclusas ideas rodean mi mente, inconclusas palabras del ayer y el fantasma de ti con solo una respuesta...