lunes, 25 de marzo de 2013

La locura del llanto...

Al borde de la locura del llanto, ahoga mi garganta tu voz, se llena de silencios mi mente y sólo es tu imagen quien reposa tranquila en la mirada del tiempo.

Te veo allí, entre los besos y la dulzura del amargo sabor de tus lágrimas, tras la distancia inseparable del invisible lazo que nos ata, aquel desvanecido sentimiento que te arranca el corazón y de paso, destroza el mío.

Mis oídos sordos resuenan entre notas de olvido, antañas notas de mi infancia convertidas en la fría hiel de un adiós, tan sublime, tan vehemente, tan abstracto, el absurdo llanto de quererte y de perderte, mientras me amas y te amo.

sábado, 23 de marzo de 2013

Desesperanza

Y sentir como cada capa de mi piel sucumbe ante la tristeza, el frío de la soledad adueñado del vacío que dejo mi alma, desnudar la sonrisa y mostrar nada más si no el cristalino río de mi llanto.

Amanecer, en la dimensión tras del
Espejo, sin reconocer siquiera el rostro del pasado y partir hacia ninguna parte por la ausencia de camino, la débil marcha de mis pasos.

Donde encontrar lo perdido, si el pasado y el olvido me arrebatan la memoria, quizás la salida es crear un ficticio recuerdo de mi vida, porque la fragilidad y la agonía de mi existencia no me permite renacer de tanto silenció y frío.

Para siempre se convierte en la metáfora del segundo que se va y hasta nunca es la frase que queda después del tiempo, en el reino de la desesperanza.


martes, 12 de marzo de 2013

Pensamientos, solo pensamientos...




Y que es la vida si no la constante trascendencia de pasos que llegan, y borradas sus huellas se quedan atras, el ciclo de transitar por la senda marcada entre la vela que extingue y aquella que aun no se apaga,
dormitar sublime en el espacio vacio de la nada que lo es todo y al final solo es calma.

Eso que llamamos destino y al final no es mas que la secuencia logica de amaneceres y ocasos de las noches, eso, eso mismo que llamamos destino que nos ata a vivir aunque la muerte nos espera tras la puerta de los años, irrelevante e inconsiente sabiduria de la vida, juega a la merced del camino sin un horizonte ya perdido, mas se vislumbra callada ante aquellos que llegan y pasan, que se van y nos dejan tan solo el murmullo de su silencio.
 
Y vida, vida tan solo el parpadeo del reloj al marcar las 10, desvanecida imagen al llegar las 12, fundida entre antaños recuerdos del olvido, perdidas memorias de la ausencia y lagrimas que caen pero que no mojan la tristeza.

Complicidades que se callan, sumergidas en el contacto de la mirada en la sonrisa del dolor, tan titubeante, tan oscuro se entreteje entre los pliegues de la piel y duele sin causar daño.