jueves, 4 de diciembre de 2014

Y llega el invierno


Ves como pasa la noche tras las sombras que se van, tan apacibles y calladas, con suave marcha se alejan las vehementes notas de su piel, al caer mi sueño en la alborada.

Y llega el invierno con tu presente ausencia, un susurrante eco entre estas cuatro paredes, iluminadas de oscuridad y frío, envueltas en soledad y pintadas de recuerdo.

Destellan mil luces, parpadeantes lágrimas humedecidas de palabras, tiernas e invisibles caricias, aquella antorcha encendida en el portal de mi alma, esa vela que se apaga porque sopla el viento y falta tu figura para cuidarla.

Un invierno más teñido de tu sombra, esos pasos que creo sentir en la soledad de mis días, los mismos merodeando mi casa, mientras me escondo en un rincón para vaciar la tristeza que me embarga.

Y donde estas me pregunta al llegar la primavera, en que sitio reposa tu alma para buscarla; preguntan mis ojos perdidos en el confín del cielo, en donde brilla tu luz, si para siempre te has ido y para siempre no es toda la vida.
Etérea tu forma, invisibles palabras, tu silencio me dice que no estas, y tu recuerdo devuelve la esperanza, de encontrarnos una vez más, en aquella promesa divina de vivir eternamente, mientras eternamente en el cielo me aguardas.

martes, 28 de octubre de 2014

Un nuevo amanecer.

Y llego el amanecer con un nuevo sol pintando en la arena, ya no mas olas que besen la playa, no mas huellas borradas por la sal.

Ya las letras marchitas perecieron en el tiempo y esa herida honda se borro despacio, poco a poco fue mortal.

Atras los días de cielo abierto y aventuras ocultas en las sombras de la intransigente luz, atrás los deseos oscuros y las entrelíneas de mis propias letras, ya no hay mas camino de ese sendero, es momento de trazar el cielo y despegar sin rumbo en busca de ese nuevo anhelo.

En mi espalda quedan los recuerdos, las heridas y los momentos congelados en tiempo, quizás los días se los llevaran a perecer en el silencio, haciéndo eco alguna vez de lo que fui, de lo que tengo.

Ya no mas noches furtivas ahogadas en un beso, a cerrar los ojos y dormitar eterno en su voz y hacer de su presencia el unico recuerdo.

Hoy dejo la montura de mi vida sobre el febril recuerdo, y empuñó solo mi espada y escudo para proteger mi reino, para velar eternamente sus sueños.


lunes, 13 de octubre de 2014

Algun dia...

Y entre las cálidas gotas del verano inconcluso de mis propias letras, bajo el manto sublime de un atardecer que cae tan lento como ese reloj inclemente al correr por mis mejillas, recordando cada recuerdo, ensoñando el ayer con los ojos abiertos de tristeza y el alma desatada hacia el confín, mas allá de mi mente, viéndome morir.

Algún día, quizás en ese "algún" instante, cuando aparezcas, cuando nuestras sombras se encuentren y mis palabras vuelvan a florecer entre tus manos, espero que el otoño haya marchito el dolor y el frío. No se talvés si la blanca tarde este llena de olvido y el latido no haya muerto entre las tardes negras de ausencia, tan solo espero, que algún día llegue vestido de blanco silencio y el "nunca" sea protagonista de mis días, sin volver al camino de nuestras viejas huellas, sin tocar el sendero que conduce a ti, que te lleva a mi, aunque bien sepas que a pesar de que el mundo gira sin cesar, seguiré aquí.

Esta melancolía amarga que se siente al inhalar mi propio aire, al saborear cada beso que no te di, me trae imágenes de tu piel ajena, de los destruidos sueños y del vino tinto a media copa, lleno de sonrisas, de miradas, de complicidades, de una historia sin fin.

Que difícil es sentir el eco de mi propia voz retumbar en mi cabeza, respirar profundo y no sentir el corazón dentro del pecho, arrancarme una a una las lagrimas de mi camisa y sentir morir de vacío en plena avenida, en medio de un millón de rostros que indiferentes pasan con sus propias vidas, con sus propios pasos, sumido entre las notas tristes de extrañas voces que me recuerdan a ti, que duelen aqui.

Quizás algún día cuando regreses, la apariencia de los años desdibujaran el tiempo en tu rostro y marcados entre la barba de mi días sin ti, reflejaran los mili segundos después del adiós, de aquella partida en otra mano, en otro cuerpo, en un sendero lejos muy lejos de aquí.
Hoy sucumbiendo al olvido y en el ayer, se queda perdido lo que dibuje entre las invisibles caricias de tu ser, entre un sueño que solo soñé antes de caer la mañana y desperté, buscándote entre mi almohada, entre mi propia piel.

Quizás algún día cuando regreses, haya contado con mis manos los amores de mi alma y sea tan solo uno el que ocupe la inmensidad de mi corazón, relegandote al cajón de los olvidos, a la memoria del recuerdo, donde no duelas mas, donde no respires en la herida de esta tarde de cálidas gotas del verano inconcluso de mis propias letras y bajo el manto sublime del atardecer que cae tan lento...

lunes, 29 de septiembre de 2014

Para que?


La pregunta es... para que meter el corazón, donde solo alcanzan las palabras?
Si ya es suficiente inundar de letras la memoria y recordar una a una la vívida voz de la penumbra, esa luz perdida entre las sombras.

Para que querer pensar, que pensar en querer es llegar a amar, si amar es tan solo el efímero silencio de la vida que se pierde en el momento que se pasa, la sonrisa que llega e ipsofacto se va.
Para que meter entonces el corazón en los asuntos del tiempo, si el pasado no acepta un solo reclamo.

En donde alojar talves todo eso que se llama sentimiento, esa pesada carga de besos y caricias trastocadas por la inquebrantable voluntad de aquello que no tiene voluntad propia, esos hilos invisibles que conducen la ciega mirada, la conciencia perdida, esa razón nublada.

Para que meter el corazón donde nace la alborada, si la mañana se despierta tranquila ante los ojos de la nada, donde nadie las lee, donde nadie dice nada, tan solo el eco sublime de la soledad que arrastra con unas cuantas heridas las pequeñas grietas de esto que aun llamo alma.

Para que meter al corazón entonces donde ya no queda nada?

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Quien tiene la culpa?


Quién tiene la culpa despues del tiempo, quizas no tuya, quizas no mia, quiza tan solo de la premura de mis ganas de vivir la vida.

Solo se que de mis sueños solo queda tu mirada, tu compañia y esa dulce voz que incomprensible me llama, si, fue mi culpa la soledad, mas no sera mi culpa tu tristeza, elegi el camino de la noche oscura, apague la luz de mi sombra y condene por siempre mi alma a la vida vagabunda.

De quien fue la culpa no lo se, solo se que no ha sido tuya, eres inocente de mentiras, inocente de mi ausencia, solo fingire con una sonrisa cuando te vea, que todo esta bien y que aun existe un trozo de corazon en la mitad de mi propio pecho, talvez ese pequeño y gran trozo que por ahora solo guarda el amor de tu besos y ese calido abrazo que le negue a la mañana.

Culpable quizas de desterrar de mi vida la primavera, de querer vivir al limite del tormento, de rodearme de mil demonios en mi propio cuerpo, esa senda que tu ves, sera la condena que mañana he de pagar por mi propia culpa, por esa extraña sensacion que alberga mi silencio.

Solo se que debo pedir perdon ante tus ojos, esos que inocentes me miran sin comprender que pasa, tan solo tomando con tu delicada mano mi rostro, para reconocer que soy yo el que una mañana entre brazos sostenia tu figura, dandole al mundo la primera mirada.

Quien tiene la culpa no lo se, ya no interesa lo que pasa, las cadenas estan rotas y la suerte esta echada, hoy apostare por ti, mientras de mano de la soledad recoja mis pasos y entre mis brazos empieces a dar los propios tuyos, hasta que no quede mas que mis letras y mi propia ausencia para preguntar ¿de quien fue la culpa mi condena?

sábado, 6 de septiembre de 2014

Despedirme...


Hoy quiero despedirme de la mejor forma en la que sé, dejando mis letras amarradas a la piel y tatuadas en el alma, desapareciendo con la alborada y llevándome la mañana a cuestas o entre los rotos bolsillos de mi corazón.

Lo que queda tras de mi tan solo será un recuerdo, quizás un leve tristeza de mi ausencia, o los tres pesos bajo la cama que dejo mi soledad, no lo sé, talvez mis sueños van más allá de mis propios anhelos, o mis anhelos al convertirse en sueños desearon volar y perecer.

Hoy me despido con las mismas letras de aquellos días, con la seguridad absoluta que absolutamente no estoy seguro más que de mi propia muerte.
Aún así, postrada entre mi cama yace mi sombra, unos pliegues de mi piel y un cálido abrazo que te guarde entre mi almohada.

Quizás de todo aquello tan solo quedo la voz de mis deseos, una que otra hoja de viento marchita, el mismo pasado, el mismo fantasma y el mismo tormento, todo y nada ha cambiado del tiempo, el reloj sigue presuroso por dar las tres y las tres nunca llegan.

Empacada en los cajones de mi olvido esta tu soledad y unos pedazos de tristeza que guardaba "por si acaso", espero cuídes bien de los recuerdos, es mi encargo porque ya no caben entre mi maleta, la cual lleva mi alma y una pesada carga de olvido.

No dejo mi corazón porque de el ya poco existe, quizás encuentres entre los libros viejos o las fotos veladas uno que otro trozo, siembralo en tu pecho, quizás renazca y viva un poco.

Hoy quiero despedirme sin saber si marcho, pero esta noche me ha ahogado de tristezas y me embriago la melancolía con la sicuta de la duda y la incertidumbre del silencio.

Quedan en el tapete una que otra lágrima seca, seguro que el aguacero matutino barrera todo rastro de ella, pero aún así guardara su esencia. De mi parte mi legado siempre será un enigma, aquel incomprensible día de mi partida sin razón alguna, con un millón de motivos y ninguna respuesta.

Quizá en el armario encontrarás una que otra hoja en blanco con razones más que suficientes para no pensar en mi cobardía, talvez descubras que después de todo, esas mismas hojas llevan tu nombre y esa será la principal respuesta a tus preguntas sobre mi y mis miedos, sobre esta ya anunciada partida.

Hoy quiero despedirme desconociendo mis propios pasos, ya ni mi voz suena a alegría, hoy quiero despedirme en un sin regreso, allí donde sabes que me encuentro, allí donde estuviste tú en algún pequeño instante, antes de tu encuentro.

Si me buscas bien sabes mis demonios, bien se de tus fantasmas y de la inseguridad de tus besos, aún así, allí seguiré esperando el tren, ese que me lleve lejos, donde no existe la piel, donde no existen estos tristes versos.



Donde...


Donde estaran todos esos sueños rotos que curamos y aquellos amaneceres con la luna como testigo, cuando multicolor pintabamos la vida y anhelabamos el mundo a nuestros pies. Donde se quedaron los años tras de la vida, en que lugar reposan nuestras sonrisas, las caricias de las manos, aquellas voces de futuro y las locuras de juntar nuestras almas al fundirse entre la piel.

Quisiera saber a donde se fueron nuestros besos, esos mismos que ardientes devoraron el ayer, exiliando al olvido las heridas, construyendo en nuestros cuerpos las marcas de aquello que se fue.

Donde se fue mi sol, si alumbraba cada dia al despertar con su sonrisa, lo arrancaron de mi mano, separando mi camino entre dos veredas de mi propio corazon, hoy recurro a el en las noches tranquilas de invierno, donde la soledad no abriga y donde poco a poco muere mi cuerpo.

Atras la felicidad de las horas junto al reloj y las tardes de exiliarnos del mundo, dormitar entre nuestros pechos y despertar con el calor que se lleva la ausencia, donde estaran me pregunto, aquellos segundos felices de otoño, mientras no habia mas sendero que marcarlo con nuestros propios pasos, donde, donde se encuentra si hoy solo la soledad vislumbra, un nuevo horizonte incierto, una libertad a medias que raya la melancolia, un dolor profundo que se confunde con sonrisas, una lagrima que resbala de mi mejilla hasta mi alma.

Donde estaran esas palabras de buenos augurios, que pintaban los segundos tras del tiempo y de la mano, los castillos de ensueño desdibujados del papel, aquellas letras muertas que hoy destruyen, lo que sera, lo que ha sido y lo que fue, alli en donde esten, las extrañare.

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Que tan feliz?


Que tan feliz será la luna conmigo es mi pregunta, si cada noche suspira y solloza por haber perdido su sol aunque su luz aún la acompañe.
Como hacerla feliz si a veces inalcanzable me ilumina desde el tejado de mis sueños junto a ella.

Que tan feliz será entre mis débiles brazos surge mi duda, si su duro corazón reposa en el confín del infinito universo.

Que tan feliz podrá ser ella, si rodeada de estrellas levita, y mi sombra solo alcanza para eclipsar la más pequeña de sus heridas.

Pero quizás la pregunta de mi vida es si vivir mi vida en su reflejo de mi mar y ahogarme perpetuo en su espejismo encanto, o virar con la mañana donde tan solo exista en esas mismas aguas su recuerdo y su tan sutil respiro.

A final de cuentas me pregunto, si quizás me alejó de su noche y pinto de blanco mi presencia, que tan feliz podrá ser ella?

martes, 2 de septiembre de 2014

Uno, dos... Y tres.

Uno, dos, tres pasos, el interminable camino de mi vida, ese insigne e incierto horizonte que se eleva tras la mañana.

A dónde conducirá, me pregunto sin mirar atrás, a donde me lleva cada paso, si por doquier las voces de mi cabeza me indican los senderos más propicios para mi muerte.

A donde voy yo con mi lamento, aquella ilusión perdida, ese sol que no brilla, que ya no da sociego, a donde marcha mi camino con sus huellas, si en mi despertar ya no hay latido, si la vista se me nubla con cada sueño.

Uno, dos, tres segundos del tic tac de mi silencio, esa soledad amarrada a mi alma, aquella imagen perdida entre mi mente, esa locura insaciable, ese deseo, ese querer y no deber, ese poder y no sentir, eso de no callar, más el susurro de mi voz, dice lo que no pronuncia la mirada, lo que guardan mis bolsillos y mis ganas.

Tres, dos, un silencio que se va, un minuto que no pasa sin cesar, congelada la noche por querer sentir la piel, las invisibles caricias del amor, eso que entre labios solo existe más no dentro de lo que siente el corazón.

lunes, 1 de septiembre de 2014

Sin extrañarte...

Ese imperfectamente perfecto momento en que te extraño sin extrañarte, que te percibo sin tenerte, sintiendo los hondos suspiros robados por el tiempo y guardados en los anaqueles de nuestra historia.

En dónde quedo tu figura, quizás se desvaneció entre palabras maltrechas, letras disfrazadas, quisiera desconocer el mismo instante de conocerte e inmortalizar un beso en tu mirada. Inocente de ti de mi voz y mi alma, lejos tan lejos de cada segundo latido, refugiado quizás entre esos escritos distantes que guardaban el misterio de mi vida, la oscuridad seductora de la tuya.

A dónde se fue mi sombra, eclipsada por la luz de un futuro que no brilla, de un pasado que palpita, que mis manos extrañan. Atrás la locura del tiempo, atrás aquellos besos robados a la noche, desaparecer en la mañana entre la misma piel, entre las heridas no sanadas y el miedo a tocarlas. Soñando talves entre nubes ajenas de caricias, anhelando las manos que se tienen y se guardan, sintiendo la distancia de la cercanía, esa muralla invisible que impenetrable se levanta.

Ese perfectamente imperfecto momento en que se sumió mi vida, ese, en el que al tenerte y no tenerte sin extrañarte ya te extraño.


martes, 26 de agosto de 2014

Tres palabras...


Te escribiré tres tristes palabras, una de amor, otra mas de silencio, quizás una ultima de olvido.

Te escribiré un confesión mas allá de mis recuerdos, algunos silencios perdidos entre los pliegues de mis tristezas, otras tantas letras arrancadas de locura, que se yo, tan solo divago entre los pensamientos de quien soy, de donde no existo.

Refundido entre la tenue luz de tu figura, aquella desnudes de tu propia alma, vista con los mortales ojos de mi humanidad, busco la manera de encontrar caminos sin senderos, dar tres pasos hacia ti y uno mas hacia mi calma. 

Extasiarme de pocos olvidos, olvidarme de pocos pasos, encontrarme en ti amarrado a tu misma piel, compenetrado en tus sentidos, bajo las cálidas cicatrices de tu vida, entre las alas maravillosas de tu cuerpo, existir en ti, habitar en ti, ser tus propios besos.

Ser a voluntad de tu respiración, encontrarme latido a latido con tu pecho, de donde nace aquel esplendido secreto, esas cosas que solo crees saber de ti, eso que conecta cada fisura de tu vida con los mil pedazos de la mia. Esa eterea figura de tu sombra, aquel blanco recuerdo que hay en ti, el lado oscuro de tu luna, el deslumbrante sol de mi propio infierno.

Volar entre cada gemido de tu voz y recorrer aquellos rincones ocultos de tus miedos, conocer de ti, olvidar de ti, ser de ti y dejar de existir mientras te pienso.
Sentir de tus manos el latido de tu propio corazón, volar, perder la razón en el silencio, encontrarte perdida entre un millón de ilusiones perfectas, en la curva de tu sonrisa, en la comisura de tu cuerpo.

Imaginarte imperfectamente perfecta, en la esencia de tu voz, el color de tu alma y tres lagrimas arrancadas de lo mas profundo de tu ser, espontáneamente, tan natural como el silencio. Y si me dejaras embriagarte de letras, desnudarte de letras, amarte de letras y plasmarte una a una en el papel de mi propia existencia, si quizás la noche permitiera romper las reglas de mi vida y olvidar así mis cadenas, volaría entonces con tus propias alas, hacia la oscura luz de tu mirar, aquella enigmática sonrisa, donde finalmente te encuentro, donde finalmente te pierdo.

martes, 29 de julio de 2014

Me preguntaba en donde estas...


Me preguntaba quiza donde se escondia tu sombra, por momentos llegue a sentirte bajo mi cama, en el borde de mi almohada o suspirando tan cerca de mis sueños.
Te senti mil veces espiando las sonrisas fuera de la ventana, recorriendo las huellas de mis pasos, rosando levemente la mano que dejaste aquella noche de miercoles, aquella noche de luna y de vehemencia.

Soñe contigo lejos de mi vida, perdida entre mil amantes cautivos de tus manos, te soñe como un recuerdo, como aquella hoja elevada por el viento hacia el confin del firmamento de mi olvido, como la esperanza que se pierde y que dibuja una sonrisa.

Me preguntaba si quizas volver a verte seria destino, si talvez la noche traeria un fragmento de ti oculto en la secas lagrimas de mis mejillas,  me pregunte tu nombre y lo descubri olvidado, perdido, pintado de blanca noche, escrito en el reverso de las hojas de mis dias pasados, ya no estaba en mi mente, se habia borrado.

Pero este amor que va mas alla del profundo sentido de mi propia existencia, estas ganas de no saber de ti, este deseo incontrolable de no encontrarnos y vernos, esta piel que no te extraña y que te siente, ese destino que marco mi vida para morir de tu mano, ese breve y eterno momento de acompañarnos, de alejarnos sin dejar el alma separada de aquel hilo que nos ata.

Me preguntaba si volverias alguna vez, pero alguna vez llegaste y sin partir, me acompañabas en el silencio de sus besos, mientras nuestras miradas se cruzaban para ver la luz de nuestras propias manos, era alli cuando te sentia latir entre mis labios. Ahora que regresas, ahora que mi dulce condena es tu nombre, sé que me amaras toda la vida, toda la muerte, que pensare en ti mientras los años pasen tras las agujas del inmutable reloj, que a pesar de nuestro silencio sobraran las palabras para decir, caminos por andar y noches para morir. Hoy que regresas sin haberte ido, hoy que te veo y entre mi llanto logras robarme un suspiro, solo quiero tu abrazo y tu conforte, ven a mi lado mi fiel y amante inmortal, ven a mi lado soledad.

lunes, 21 de julio de 2014

A mi tristeza...



Tristeza, tristeza negra por tenerte entre suspiros, tristeza amarga, mañana fria, pasos que se van entre mil y un recorridos,
honda angustia que penetra la alborada, tristeza color carmin, lagrimas marchitas,
un adios que se fue, una piel que marchita, languida y helada, se convierte
en el fortin absoluto de mi oscuridad de la nada.

Tristeza de ausencia, tristeza de desasociego, aquella mancha imborrable de mi ser, esa aguda espina que se clava en el alma,
Tristeza ingrata y silente, de verte partir mientras cae el ocaso y escuchar el eco
susurrante de tu voz entre la luz que emana de mis manos.

Tristeza al repetir el adios, al dar la espalda mientras te alejas, 
ver difuminar tu sombra entre mil rostros extendiendo tu mano hacia el cielo, entregandome tus ojos a la eternidad del recuerdo.

Tristeza de tus besos, aquellos calidos olvidos plasmados entre la sien, tristeza absoluta,
absoluta tristeza que rompe mi vida, te vas otra vez y otra vez la esperanza de tu regreso, postrada aqui al filo de mi cama, mientras con un beso en la noche, dices hasta mañana y mañana te alejas.

jueves, 17 de julio de 2014

TARDE...


Ya es tarde. Bastante tarde, el tiempo expiro en su propia espera.
Volviste cuando solo quedan las migajas, las cenizas, el frío, el vacío, el silencio, el propósito de olvido.

Caíste en la cuenta de mi ausencia cuando la ilusión ya estaba tachada, la esperanza ida, tu recuerdo despachado.

Te arrepentiste cuando tu adiós anuló mi iniciativa, me despojó de las buenas intenciones y clausuró ese pedacito de corazón que había reservado para ti.

Y no es quizas que otra sombra anule el sol de tus ojos en mi corazòn, no es que mi voz se hubiese apagado con un te quiero, era cierto, era verdad, era real mi desafio cuando te propuse conquistar el mundo de a dos. Te quería querer.

Pero decidiste virar las alas lejos de mi camino, me expulsaste aun sin iniciar la partida, en la primer escena de la pelicula, cuando recién las luces se apagaron para el primer toque, cuando estaba cogiendo el impulso para arrancar esa maratón bonita de cumplir sueños a tu lado.

Después de tu despedida el sentimiento es un vacio, ya no se me antojan tus besos, ni los destellos de tus letras al amanecer, ya no me hacés falta, ya no te quiero querer.
Todo se transformó, es la metamorfosis de la noche, no es rencor ni orgullo, solo desamor, sin ánimo de revancha, sin malos augurios, solo ya no te quiero para mí.

Así de claro, así de certero, así y no más, por favor no me busqués, no pidas, no eleves tu voz, solo dejame tu silencio. Dejame, suelta mi recuerdo, pintame de blanco olvido o has tu parecer con mi recuerdo, pero no esperés en la vereda del camino.

Inoportunas ya tus confesiones, remordimientos, tus verdades llegaron a destiempo, se quedaron a medias en la oscuridad de mis lagrimas, entre las voces y los susurros que hablaban de ti, entre los ecos repetidos por los lugares de tu pasado, por tu muy presente mentira. Ya no las necesito, ya no interesa conocer la otra sombra de tu nombre por la que dijiste adios.

Ya es tarde. Bastante tarde, murio la espera, expiraron tus recuerdos.
Y quizas es triste porque jamas sospeché este final para la historia, ni siquiera había final. 
Habías llegado justo cuando pensaba inmortalizar tu nombre junto al mio entre los muros de mi vida, pero me echaste de repente y sin preaviso, sin llamados de atención, ni memorandos. 

Para ti yo fui el segundo que espera mientras el reloj cruza las doce, mientras mis ojos ven caer el ocaso y ahora no quiero ser suplente de nadie.
Es tarde ya para contar tu historia, para revivir momentos que se han ido con tu ausencia, para despertar ocasos muertos que se descolgaron por mi ventana mientras te esperaba llegar, tarde ya para darle vida a los años y pasar el amargo sabor de tu partida, que hoy pintas de regreso.

Renunciaste y decidiste bajar mi vuelo, y ahora yo, surco otros aires, otros tiempos, en otras rutas, ya no marcha atras y en este camino ya no hay reservas ni hay cupo para vos.


domingo, 6 de julio de 2014

Esta noche

Esta noche me deje tentar de los recuerdos, desvaneció tu sonrisa mis pensamientos y pintó de olvido mis ensueños.

Me deje llevar por tu mirada, esa luz que me recordó el tiempo, aquellos años donde el recuerdo se volvió vida y la realidad fue más allá de mi deseo.

Fui cómplice de la noche, tus brazos atados a mi alma, tus manos enlazadas a mi cuerpo, fundieron mi dolor en un abrazo, de esos que hace tanto tiempo anhelaba.

Fue tan rápido que llego el insomnio y despertó tu luz con los ojos inundados, buscando mi piel para saber que estaba allí la esencia de mi cuerpo y no el espejismo de tu miedo en la mañana.

Esta noche fuiste más que un recuerdo, quebrantaste la vulnerable soledad de mis días, la ferrea voluntad de mi alma por dejarte allí guardada, en el rincón de mis sombras, en las entrelineas de mis letras, en aquello que se fue, en aquello que esta noche es todo o es nada.

miércoles, 18 de junio de 2014

Recuerdos...


Y sé, que los recuerdos se convierten en ese pasado que ataca y destroza, aquel momento sublime donde las sonrisas desbordan el alma, aun asi, solo soñar con el tiempo y remembrar la esperanza, acaba con el idilio de sentir la piel erizada por el frio, susurrar en la noche el silencio y llorar hasta hallar la calma.

Sé, que el tiempo consejero y amigo, amargo sorbo de esperanza, aquel que se lleva consigo aquello que dejo la nada y trae de cuando en vez esa voz apacible y casi ahogada, que retumba en tus oidos y poco a poco convierte la noche en una cruel y fria alborada.

Como robarle al tiempo los recuerdos, si la memoria se nubla al pensar que las noches son de sueño mas alla de la piel, pintadas de olvido, vívidas imagenes de momentos tranquilos, de besos no dados y de palabras marchitas que hoy se pronuncian y duelen.

Ves al sol despuntar la mañana, con una sombra tras la luz, una vaga compañia, resplandor tenue que se apaga, de a poco a poco con los dias, pasos atras, hacia el dia de ayer, hacia el olvido, con cada espera, en el silencio se funde, desvanecido camina dando la espalda.

Sin embargo, permanecera latente el eco que retumba entre mis letras, oiras entre caminos aquellos versos escondidos entre la lineas que recuerdan a ti, el olor de una noche, el sabor de los besos, algo de ti, una que otra marca, me llamaras soledad en la ausencia, y sere tu silencio cuando hayan acabado las palabras que hablen de mi.

Recuerdos, aquellas sonrisas elevadas al confin del firmamento, una lagrima perdida entre los ojos y el alma, fantasmas de piel, figuras pintadas de color olvido, recuerdos del tiempo, recuerdos de momentos, recuerdos de ayer.


viernes, 13 de junio de 2014

Y destruido mi mundo yace, tras la apuesta de mi vida, donde jugué aquel tesorero escondido entre las líneas de mis propias letras.

Oh soledad como llegas, amarga y pura, como la sicuta de mi propia muerte, oh silencio, tensa calma, claridad oscura, un momento de tenerte y otro más que te marchas .

Fue cavar mi tumba y destrozar el alba, despedir con suspiros el aliento triste q respiro la mañana, oh sublime infamia, aquel llanto perdido, ese tiempo que se llevo la nada.

Para qué desear la vida, si la vida fue su sonrisa, si su sonrisa inocente y clara, me arranco del pecho la figura de mi propia sombra, el reflejo de mis días, el nombre de una voz temprana.

Muerte abridme los brazos y enterrad conmigo mi recuerdo y pasos, borrad de la esencia aquel corazón perdido, ese tiempo y el pasado, bendecidme de olvido, llevadme de tu mano.

sábado, 7 de junio de 2014

Entre líneas un presagio...

Decidí escribirte entre líneas para decir que quizá parta en la mañana, al amanecer de algún día, en una noche del ocaso, aún así te dejare la esencia de mi sombra, talvez un todo de mi alma.

Quizás preguntes a los recuerdos y te mienta la historia de los años, sin embargo, las heridas de la guerra hablarán por mis palabras. 

Me llevare a cuestas las sombras de tus noches e iluminaré cada día con pequeños destellos de mi voz, buscare entre las rendijas de mis sueños para velar mientras dormites navegando los espacios del tiempo.

Talvez no comprendas el porque del espacio vacío en tu cama y solo dos almas entre cuatro paredes despuntan la alborada, notarás entonces que mis lágrimas en tu almohada, suspiran por ti entre los ecos de la distancia.

Me encontrarás allí, entre las líneas de mis letras, cuando busques el silencio susurrara mi voz y te dará calma, tomarás mi mano que invisible te cobija con el infinito amor que te dio la bienvenida y que hoy con ancias te reclama.

sábado, 31 de mayo de 2014

Por favor no digas nada...


Por favor no digas nada, deja que el silencio derrame el llanto albergado en la garganta, esas palabras moribundas del recuerdo, aquella verdad a medias perdida entre sollozos y sonrisas acalladas con un beso, no digas nada que la mañana se perturba, dejemos a los sueños soñar con su idilio, despertar sin el alba, impedir que llegue el dia.

Deja que el tiempo corra sin el ruido agobiante del tic tac de la vida, dejalo que hable enmudecido, dejalo existir alli en donde no existe tu alma ni la mia, donde no hay mas que la incognita mañana del ayer, por favor no hables, deja que la piel exprese todo lo que tus ojos callan a gritos, ten piedad de los murmullos, no niegues la existencia de esas voces, aquellas que todo o nada dicen cuando cierras los ojos y el palpitar de la luz se convierte en la espera de tu existencia, de mi respiracion al otro lado de las sombras.

Y si dejas que la sonrisa exista alli, donde la fingida mueca de mi tristeza trata de ocultar el dolor que no siente, aquella mentirosa y absoluta verdad de las paginas de mi vida, el borrador de la tuya, los entrelineados de tus dias, aquel oculto silencio en mis oidos y las letras furtivas, ciegas a mis ojos.

Hoy, deja que la lluvia adormezca con sutil reparo la agonia, deja que los sueños no despierten, no me quites la realidad nocturna de tu sombra, que yo, mantendre la venda de mi pecho y recordare el olvido para marchitar el miedo, dejame desangrar el dia, dejame que hable esta horrible pesadilla de la ausencia, que es el unico escenario para hablar de ti y de mi, para inventar un mundo, para escribir poesia.

jueves, 22 de mayo de 2014

Momentos...


En esos momentos, cuando la bruma espesa del destino nubla la vista de tu propia luz, te condena a la oscuridad del tiempo y te lleva hacia los abismos mas profundos del pensamiento, aparecen los espejismos de tus deseos, esa recondita esperanza de ver todo aquello que no esta, que se ha perdido.

Como caminar en las sombras con la cabeza gacha y los ojos nublados de tanto llorar, como suspirar al cielo si ya no hay cielo, si el propio infierno se hizo realidad, de nada sirve volver la mirada porque el horizonte tras la luna desaparecio, asi como el impetu furtivo de un latir, asi como el animo y las ganas de sobrevivir.

Mil razones para trastabillar, tropezones en torpes pasos, pesados caminos, indelebles huellas, todo un mar de un sentido, la avalancha y el final, la calma que nunca llega, que jamas llegará.
Dime si el amanecer despunto en la noche y se esfumo, mientras mis ojos dormitaban entre los sueños de un paraiso utopico, de una realidad temprana, volver hacia los recuerdos, volver a casa, a ese  hogar de antaño, a ese fantasma.

Donde perecieron las ilusiones, si el campo de batalla devoro cada rastro de las sombras, no ha dejado nada, en que lugar encuentro un trozo de memoria, cómo revivir ese pasado, si se apodera hoy el tiempo e inclemente me lleva al azar de su propia suerte, apostando a perder mi vida, a deshojar mi alma.

Y esas frases oscuras que hoy renacen, se apoderan de mi voz, que inquebrantable sonrie con el cuerpo roto y el espiritu ahogado por el dolor interno de lo que soy de aquello que he olvidado, mientras el silencio consume cada gota de mi ser, cada fragmento, cada instante de suspiros, cada dia de mi vida, cada instante de mi muerte.

martes, 20 de mayo de 2014

Escapar...


Entre mil sombras que rodean mis caminos,  recuerdos arrugados en mis manos que se borran desdibujados de la piel, convertidos mis sueños en abstractas formas de temor, recorro sendas del pasado, ausencias llenas de memoria, retazos de sonrisas y el naufragio de una vida.

Quiero respirar hacia la noche, caminar sin detenerme y empezar a volar, vivir como si el mañana no existiera mas alla de los lentos susurros del reloj, quien me recuerda que se me agota la vida, quien me arrastra llevandose por delante todo lo que anhele, deseo escapar mientras la alborada contempla las estrellas, distraida la luna entrecierra sus ojos para dormitar y el sol limpia su rostro tras despertar.

Y si pudiera existir mas alla de la realidad donde habita mi propia sombra, mi tenue recuerdo, fragmentar las horas de mi vida, mis años refugiados en el olvido, regresar cada paso y desmarcar cada huella, esfumar una a una las caricias de mi piel, desenterrar las lagrimas perdidas en el asfalto del camino, reconocer la ruta, esa que no me lleva a ninguna parte, alli, en ese preciso instante donde quiero estar.

Quiero escapar donde no hay mas que olvido, alli a ese lugar perdido de la noche, donde no existen los dias dominados por las horas, donde el viento dormita placido por el arrullo de su voz, aquel preciso instante sin tiempo, sin huellas, sin amaneceres, solo notas dulces del presente, sin memoria del ayer.

Donde encuentro mi silencio, esa calma perdida entre las miles de voces que atormentan mi cabeza, ¿donde escucho el susurro de mi propia paz? esa misma desterrada, destrozada, aquella loca cordura perdida por la cotidianidad del tiempo, esa sonrisa donde esta, a donde se llevo la luz del dia mi oscuridad, ese frio tormento de soñar, divagando entre los mundos posibles de lo imposible, esas utopias inalcanzables hechas realidad, a donde estan, donde las encuentro, donde quedo mi alma, en que lugar murio mi cuerpo.

domingo, 18 de mayo de 2014

Y el atardecer devora el asfalto...



Y el atardecer devora el asfalto de la fria y gris ciudad, mientras mis lentos pasos recogen los senderos de las huellas que dejaron los años tras de mi, ese camino que la memoria tatúo en el tiempo.

Dejo tras de mi una estela de tristeza que se funde entre un mar de abstractos pensamientos, de miradas oscuras y tímidas sonrisas, inagotables voces, murmurantes silencios, ese caos tan perfecto, tan sublime, tan gris multicolor.

Y busco refugio de la luz del cielo, rayos de luna, luna de desasosiego, un lapso interminable de recuerdos, el olvido pintado de azul y el azul pintado de blanco memoria, ese soy yo mientras camino y divago, ese soy yo mientras me pienso y escribo.




sábado, 17 de mayo de 2014

El porque de la rosa


El porque de la rosa, quizás la razón mas sencilla  del por que de su silencio y de esa marchita calma en el carmesí de sus besos. 
El porque, te diré, quizás ese grabado oculto entre las espinas, quizás un adiós refugiado en las mentiras, una noche de momentos, la verdad, quizás solo el tiempo.

El porque de la rosa, el porque de su tristeza, su soledad, talves la noche se encargo de condenarla al olvido, o fue el dolor de sus propias espinas quien alejo la mano de su mano, el valor de su esencia.

El porque de la rosa es solo un recuerdo, esa congelada imagen entre mis pestañas, esa lagrima que dejo camino desde mi mejilla hasta mi alma, esa voz ahogada entre los sublimes susurros, suplicando piedad al viento, nada mas que días, nada mas que tormentos.

El porque de la rosa, de su negativa, de su misterio, solo eso,
el porque de mi rosa, esa que sostienes ahora entre tus manos mientras
mi espalda marca tu norte y mis pasos la distancia entre tu y la eternidad de los años.

martes, 13 de mayo de 2014

Tres versos

Perdido entre los avatares de los días, sumido entre las preocupaciones de la noche, aquellos mordaces amaneceres pintados de gris y en el claroscuro sentimiento de mi mente, se rompe la cuerda que sostiene mi alma elevandola hacia la profundidad de aquel dulce infierno de sus besos.

En la agonizante realidad, esa taciturna figura de luz llena de recuerdos, como mensajero divino pinta de abstracto el paraíso de fuego, esa eterna condena que sin saber ya conozco, que sin querer ya quiero y que aún teniendo añoro.

Y pensar que necesito de aquel sublime dolor para sentirme vivo, que conozco el destino y la tragedia augurada por el mismo silencio, ese susurro diario que trae consigo una duda revelada por el tiempo, una mirada dulce y envenenada, un destino, un sueño, una nota de voz, un sin fin, una palabra.

Vendido a cambio de tres versos que compongan la sinfonía de su tiempo, de besos marchitos y momentos, de rosas deshojadas por el viento, ese mismo que un día les dio brisa y sin pensar las arranco en silencio.

domingo, 11 de mayo de 2014

A tu memoria...


A tu memoria mi reflejo, lo que soy y lo que tengo, a tu memoria tu y mis versos, tus palabras, aquellas infinitas horas tras los vastidores de mi realidad, tras las metas y mis sueños.

Hoy mientras escribo, a tu memoria dejo mi llanto, pero mas vale la sonrisa de tu voz y ese milagro, de conocer la divinidad de lo humano, de refugiarme bajo tu pecho y ser mi lugar favorito en el invierno de mis propios años.

Como hilar las palabras necesarias para detallar lo que se lleva el dia y se pierde en el confin de mis noches, como arrancarle a la memoria cada caricia y cada beso, si la flor marchita de tu lecho, sucumbe a cada dia como no lo hace mi tristeza y tu silencio, aquella ausencia fria y vacia que me acompaña cuando suspiro por sentir el susurro de tu oracion, los trastabillantes pasos en la mañana.

Como sentarme y no pensar, si tu recuerdo son mis manos, si con la paciencia que solo tiene el tiempo, hilaste una a una las fibras de mi vida, atando cada cabo suelto de mi camino, iluminando con tu luz, la despedida mas profunda de aquella alborada, cuando con alas propias desterraste la mortalidad de tu esencia y dejaste tras de ti la estela del perfume de tu alma.

A tu memoria dejo mi vida, una mas que me acompaña, a tu memoria su sonrisa, los recuerdos que heredare, tu nombre favorito, unas cuantas palabras.

Hoy, a tu memoria letras negras, multicolores de esperanza, hoy a tu memoria el ocaso de perderte y de tenerte, de escucharte en el silencio de mi calma, de sentirte a cada paso, cada domingo, mientras el lado oscuro de mi sueño se refugia y de tu mano se levanta, hacia la eternidad de mi tristeza, hacia lo que vendra mañana... a tu memoria.



domingo, 19 de enero de 2014

Partida...


Hoy, mientras convalece entre la cama mi alma, vislumbro tu mirada mas allá de este momento, en ese instante donde seras la flor mas bella del paisaje y marchitas mis manos despedirán las tuyas al incierto camino de la vida.

Imagino, aquel difuso lapso de inconsciencia, donde envidiare los años tras mi piel y me reprochare por no crecer a la par con tus pasos, aun así, sonreiré bajo las lagrimas asomadas por mis mejillas, esa bebida mortal de sentimientos, aquel sorbo de tristeza y alegría, esa luz, esa partida.

Mientras imagino y sonrío por la incertidumbre que aqueja mi memoria, aquella que aun vacía de recuerdos ya los crea, escucho en mi cabeza las notas de ese silencio que canta y se regocija de llevar las palabras que aun sin escuchar ya duelen.

Aun asi, mientras te tengo y con tu mirada perdida, tu sonrisa encantadora, lo que eres, lo que soy, refleja en tu inocencia mi propia vida, sonrío también pensando, que no he de tener mas en la vida, ni he de perder tanto en ella, como morir con tu partida.