sábado, 31 de octubre de 2015

Me pregunto...

Me pregunto, qué es esta tristeza que se siente entre el silencio de mis letras y la pesadez de mi voz, por qué la sonrisa amarga de mis labios, esa mirada perdida en la nada, por qué dolor donde no hay herida aún.

Quizás latente yace en el destino la pista de mis pasos, o son los recuerdos del tiempo, confundidos entre las olas de lo que fue y que se va, tal vez los días entrelazados en el sentimiento, de tener sin sentir, de saber y callar.

Esta noche, no ha dejado mi mente de atarse a tu imagen, mientras colgado de sus labios brillaba la mascarada sonrisa entre mi boca y mi alma, esta noche, extrañaba sin extrañar eso de ti, que sin saber pierdo en los segundos donde queda de mí tan solo el eco del silencio al otro lado de mi voz.

Me pregunto, de donde nace la tristeza de mis letras, por qué huele a soledad...?

viernes, 23 de octubre de 2015

Aquella historia...


Y no quiero pensar, en esa extraña sensación de buscar las respuestas a las preguntas ya resueltas por el silencio y los recuerdos.

Sentir el tiempo entre el pecho, ese extraño latir de antaño, esa extraña sensación con sabor a tristeza, aquella remembranza de los días, esos días que hicieron daño.

Es como la historia sin cesar que se repite, con el mismo nudo de garganta y el mismo desenlace de soledad, ese, donde entregar todo sirve de nada y queda nada después de todo al despertar.

Y como cambiar aquel profético destino, si paso a paso las mismas huellas se marcan, los mismos besos se dan, escondidos en rincones oscuros, en palabras calladas, entre el disimulo de tener aquello que jamás será.

Me pregunto quizás, si habrá forma de romper el lazo que me ata, cerrar los ojos para siempre de su imagen, pintar de blanco las paredes de mi mente, olvidarte al recordar, quizás hoy todo es diferente, pero lo único que no ha cambiado es que aquí, tú siempre serás igual. 

miércoles, 7 de octubre de 2015

Es momento...

Y creo que es momento de terminar la inevitable agonia del tiempo, desconectar el alma de los cuidados intensivos del silencio donde esperaba una señal de vida, aquellas erróneas esperanzas de un nuevo respiro, de una nueva salida.

Es momento de dejar morir ese sueño, cortar el hilo rojo que ataba la distancia de nuestros pensamientos observando el cielo, aquella atadura de recuerdos, es momento de dejar de respirar.

Dicen quizás que todo final es un nuevo comienzo, yo diría que es el final de esa latente incertidumbre de tenerte y perderte, sin haberte tenido.

Es momento ya, de romper las cadenas de nuestras alas y volar, hacia el horizonte de tus sueños, hacia el olvido de los míos, allí, donde no existimos más.

Te libero de mis letras, de mis afanes por encontrar tus manos y tus besos, de mis locuras y niñerías, de mis reproches, te libero de mi sombra y mi figura, eres libre de mi recuerdo, puedes ahora despegar de mis pensamientos hacia el confín de mi propio olvido, eres libre de mi y de mis sueños contigo.

Es hora entonces de congelar los recuerdos y convertirlos en reliquias empolvadas de cajón, que quizás con el tiempo se borraran...
Y para ser francos, después de tantas veces despedirnos, de tantos finales inconclusos y palabras a medias, esta vez, es momento entonces de decir adiós.

domingo, 4 de octubre de 2015

Noviembre...

Y vendrá noviembre sin ti, mientras mueren las hojas de otoño y el año se viste de fiesta.

Vendrá con tu ausencia y un lapso de silencio azul, una eternidad incierta que te permita volver.

Y vendrá noviembre sin ti y regresara para siempre sin mi, tan solo con el recuerdo de lo que fue mi vida contigo, de lo que quise siempre a tu lado ser.
Vendrá pintando de recuerdo tu voz, aquella que conservaré en la memoria cuando me ataque el silencio.

Y vendrá noviembre con su lluvia, la que llorando desvanecerá las letras de mi nombre, humedeciendo tus labios con pequeñas gotas de recuerdos que resbalaran de tu mirada.

Vendrá noviembre con otro nombre y otra piel, esta vez dejando mi existencia en el tintero vacío de mis palabras, re escribiendo una nueva historia en tu ayer, queriendo imposible quizás volver.