domingo, 6 de diciembre de 2015

Dejare que esta noche descanse en paz mi alma, suspire por última vez tu nombre y exhale por fin este adiós guardado entre mi pecho.

Dejaré que esta noche sin decir palabra, se despida cada letra entre mis manos de los últimos versos que saben a ti, de tu aliento guardado entre mis labios, de tus frías caricias plasmadas en mi piel, del desconocido mundo de tenerte y de quererte para siempre sin sentirte querer.

Y es que fueron finalmente tus palabras la sicuta de estas letras, entre un extraño silencio y el invisible dolor aquí dentro, que destrozo las fibras más pequeñas de mi piel, desprendiendo borbotones de recuerdos, mil imágenes y momentos que desgarraban este triste corazón que se aferraba a nada más que una ilusión.

Dejaré esta noche que reine la paz entre la tranquilidad de tus días, que sea mi silencio y eterna ausencia, mi regalo más preciado para ti, porque dejaran ese vacío enorme de tener que olvidarte y morir. 

Dejaré que esta noche, descanse en paz mi sonrisa, la que me recordaba a ti, buscaré entre otras sendas nuevas huellas, nuevos destinos, donde vivas eterna entre los sueños y no se crucen mis reproches y fallidas promesas de hacerte feliz.