martes, 30 de octubre de 2018

Mientras llovia...



Y mientras llovia, recorri aquel lugar, ese pequeño cafe donde alguna vez te vi sonreir,
donde fuimos felices mientras me mostrabas el rojo carmin de tus uñas y nos encontrabamos despues del trabajo,
 
Tú, una aromatica de frutas, yo, yo y mi café de siempre, con los besos siningual de todos los dias, con esas ganas de quitarnos la ropa y sentirnos la piel sin siquiera desnudarnos,
 
Recuerdas? llevabas aquel saco azul celeste, ese que me encantaba, y yo con mis camisas, esas que boton a boton solias desabrochar hasta dejarme desnuda el alma, si, hoy te recorri con mi nostalgia, preferi caminar, dejar el auto y las huellas, ir quizas por un poco de aquel blanco nectar con limon y sal que nos embriagaba de amor y convertia en sonrisa la tristeza,
 
Quizas solo fue eso, nostalgia, un poco de ti que aun guardo entre los bolsillos de la camisa que me regalaste en noche buena, aferrados a aquellos besos que no pude borrar con la tinta indeleble de mis letras,
 
Si, quizas esta loca idea de pensar en ti mientras te olvido, o quizas de sentir que entre silencios me recuerdas...

lunes, 9 de abril de 2018

Un año después de ti...


Y después de un año, sigo aquí, de pie, 
con el corazón a medio partir, a medio querer, a medio sanar,
con una herida mortal y un alma inmortal, a un año de ti, de tu ausencia...

Después de un año, un millón de libros y mil lagrimas rodando, 
la vida cobra mas fuerza, la muerte asusta menos y el tiempo corre mas..
a un año de ti, aun te pienso, aun te sueño, aun te extraño, aun Tú..
aun vives aquí, después de un año, en cada sonrisa, en cada lagrima,
detrás de mis pensamientos, en las noches y mañanas,
en las pesadillas despierto sin ti y en los sueños mientras me abrazas...

Después de un año de ti, jamas llega el olvido y tampoco se va la ausencia,
aun retumba tu voz y tu mirada, aun, a un año después de ti, aun vivo y te recuerdo,
aun dueles en el silencio, ese mismo que me espera cuando llego a casa y tu no estas...

A un año después de tu ausencia comprendí, que jamas te iras, que por siempre vivirás,
entre las facciones de mi rostro, en la sangre de mis venas y en cada palpitar,
porque finalmente entendí, que no muere quien se va, si no muere quien se olvida...
Después de un año de ti, Mamá.

miércoles, 7 de marzo de 2018

NADA...!


Y es que hay algo aquí, entre mi garganta y mi corazón que desea salir, tal ves palabras vanas, los mismos reproches de siempre buscando un cambio de actitud.

Pero, para que escribir mas sobre las mismas letras, repetir los mismos versos que de ti he aprendido, transcurrir los mismos pasos, cuando nuestra historia ha sido una oda al olvido, un sentimiento escondido, de lo que somos no existe ni el minimo suspiro de lo que eres en mis sueños, tan solo me relego a ser parte de la espectadora de tu vida, con derecho quizás a uno que otro beso, una caricia tierna y un escueto te quiero.

Esta vez la culpa no ha sido tuya, mis tropiezos son solo el reflejo de lo que hay aquí por ti, de lo que pienso, de esta locura, quizás estupidez que de una u otra forma no quiere entender, que entre los dos no hay mas que momentos, tomadas de mano entre las sombras, simulados besos, uno que otro capricho y muchas veces silencio.

Debo aceptar entre los vívidos recuerdos de mi vida, cuando alguna vez fue posible que lo imposible sucediera jamas sucedió, no ocurrio mas que la misma historia de siempre en la que te vas en otros cielos en otros rumbos y paralelo al olvido me extrañas, no se porque, tal ves por uno u otro recuerdo.

La lucha diaria por tu atención y tus palabras, ese desgastante esfuerzo de querer tenerte y perderte siempre, ese desaliento de sentir tu fría voz entre cortantes palabras, buscar una ternura que no existe, quizás un amor que nunca llega, algo que entre tu alma y tu pecho no se siente, algo que existe en el idílico pensar de mis palabras y mis versos.

Quizas hoy no hablare de mi porque no es el caso, solo quiero desahogar entre palabras todo aquello que ahora guardo, letras que leere entre algún olvido o algún tiempo inexistente de tu figura, como otro recuerdo mas de todas aquellas palabras que quedaron entre los dos y que de vez en cuando retomo para buscar el preciso instante en que todo paso, en el que dejaste de ser ese nuevo motivo de sonrisas, a convertirte en esa continua angustia de la incertidumbre.

Y es que quisiera que talvez leyeras con mis palabras y escucharas en mis oídos, lo que me dice de ti el silencio y todo aquello que interpreto con tu distancia, esa falta de algo que trato de llenar pero no alcanza, eso que quiero que sientas pero no pasa, no existe, no esta, solo te imagino de vez en cuando, enamorandote asi, ilusionandote en mis sueños, colgados de mi propia luna, de mi mano y entre mi pecho, fundido conmigo en un abrazo eterno.

Y los dias se convierten en alegrias a medias, en esa sonrisa que calla mi voz y grita mi silencio, porque no estas y te tengo, asi como el agua que se va, que corre que te toca pero no te atrapa, te vuelves entonces en esas medias soledades, medio compañias, medio ausencias, medios besos, medio sexo que sin querer se vuelve nada, nada que pasa entre los dos y nada, nada que me alejo... nada, nada que te olvido.


martes, 13 de febrero de 2018

Letras blancas


Y quise escribirte estas letras en blanco, para recordarte lo que jamás olvidaste, sin motivo aparente, sin una razón lógica, estas tres, cuatro, cinco palabras incoherentes.

Desde el fondo del abismo donde ya no me encuentro, desde las ganas que no tengo, todo aquello perdido, ese tiempo pasado.
Quizás quedan flotando en el silencio uno que otro sollozo, algo no dicho, el final que nunca existe de aquello que jamás ocurrió entre los dos.
Estas letras invisibles que hoy te pinto, llevan consigo intención ninguna, más que desdibujar de tu extrañeza todo aquello que no extrañas, todo aquello que ahora olvido y el olvido que no llega.

Te preguntaras si las respuestas a las preguntas que no hiciste, se resuelven en un verso o se plasman, en la imagen de ese medio que llevaba, entre tus manos y mis ojos una, dos y  tres palabras, un millón de promesas rotas y ese adiós en las espaldas.

Y son así estas letras en blanco que no existen, hoy te dicen que han callado, por los labios de tus labios, por los míos, por lo que fue, por lo que fuiste y lo que hoy queda de aquello que jamas habia existido y que nunca se ha olvidado... en estas dos palabras, tu y yo.