martes, 29 de septiembre de 2015

Nueva historia...

Y es que la vida pasa tan a prisa, llevando con cada día aquella ilusión de eternidad, desgastando cada vez el tiempo, corriendo sin parar.

Mientras yo, espectador del mundo en la sima de mis propios pensamientos, detenido busco aquí una nueva historia, aquella dueña de mis letras, la incontable cómplice de sueños locos, de aventuras perpetuas.

Quisiera tan solo un nuevo hito que deje huella, una nueva mano para surcar el horizonte de mi propia soledad, entregarle el silencio de mis besos, dedicarle mil canciones, llenarla de letras,
Verla llegar con la alborada, llenar su cabello con la primavera.

Y quisiera, quisiera escapar en la espalda de sus sueños, volar al confin, despegar las cadenas que atan el alma... Si, quiero un nueva historia que pinte color olvido mi mente, construya un nuevo ayer, un recuerdo diferente, un futuro incierto de certezas, ese caos perfectamente.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Fuiste feliz...


Y hoy, viendo con los ojos de tus recuerdos, aspirando el aroma de tu pasado y la luz que se extinguio de tu sonrisa, pude notar que fuiste feliz.

Feliz en otros silencios, feliz en otras manos, en momentos, entregada siempre al infortunio de tener lo que anhelabas, mientras yo, expectante miraba desde lejos, como poco a poco se desdibujaba la sonrisa entre tus manos y volvias entre sollozos para recordar una vez mas entre mil besos, el sabor a ti antes de partir a una nueva aventura.

Hoy te vi con los ojos del tiempo, aquellos momentos pasados, donde inundaba tu vida el sociego, y yo, yo era esa parte mas de un pasado latente, que se olvida casi, pero no del todo, que esta por si acaso, que es un de pronto.

Y tal ves mis preguntas siempre fueron, porque en el limbo aquel de tu propia vida, vi la mia naufragar sin rumbo aparente, mas que el vaiven de tu alegria a tu tristeza. A donde quedo yo entonces de tan magnifica historia? en que renglon se dibuja con tus letras la parte de mi que quizas importa, si quizas importa, donde quedan mis recuerdos?

Fuiste feliz y pude notar, que en cada instante congelado por el sublime lapso de la eternidad, no estaba yo, si no otras manos, si no otros cuerpos, otras miradas, otras sonrisas que por mi no fueron provocadas.
Contarás quizas algun dia sobre mi nombre? entonaras alguna de mis palabras y afirmaras conocerme cuanto se hayan ido los años y de mi no quede ni apellido que rememore, lo que fui para ti, ese incierto que no sé, que nunca fue claro.

Y si, fuiste feliz me lo dijo tu sonrisa, esa que se plasmo sin imagen, en un momento junto a ti para la posteridad del olvido y la memoria de lo no recordado... y asi tú fuiste feliz.

jueves, 17 de septiembre de 2015

La tercera es la vencida...



La tercera es la vencida, le dijo el corazón a la cabeza, con una sonrisa furtiva y los ojos llenos de ilusión, la tercera, la ultima, suplicó... Para que sea la primera vez de la noche, el primer dia de la vida.

Así es, respondio despues del tiempo la cabeza, la primera para destrozar su nombre en cada letra y desprender los recuerdos de la piel, la primera para pintar blanco olvido las paredes de tu angustia y dejar el multicolor encendido del papel, donde las palabras plasmaran sobre el silencio de su ausencia, nuevas vicencias, nuevos momentos, nuevos recuerdos, un nuevo ayer, la primera de tu vida, la ultima del capitulo abierto que se cierra, que se lee...


viernes, 11 de septiembre de 2015

Esperare...

Espero, que quizás entiendas entre las líneas de mis letras, que este adiós temprano no es culpa del silencio o de las palabras, sencillamente es tan solo una salida abierta a tan confuso momento.

Espero que entiendas alguna vez, que ser el espectador del tiempo resulta agotante, devastador cuando el reloj no avanza, que hacerme a la idea de que perder lo que nunca tuve, deber ser la de no tener lo que nunca he perdido.

Que quizás la pasividad de los días se acostumbraron, a borrar la tormenta, el remolino que causa, la luz de tu voz y el color de tu sonrisa.

Espero quizás algún día, tal ves, a lo mejor, con vehemencia espero, recuerdes con afable sosiego, mis manos cerca de ti y tan lejos de tus sueños y aún así extrañes, todo lo que venía de aquí, lo que desde este momento ya no existe.

Aguardo, con paciencia, espero quizás me comprendas, que no puedo ser la soledad de tus horas tristes y pretender que aunque el mundo acabe no pasa nunca nada, que tal vez no es cobardía, que quizás hoy tengo un mundo por perder y es muy corta tu apuesta, así que, después de todo, después de este eterno silencio comprendas, que no me voy por ti, sino por mi, por no morir aquí, por seguir viviendo.

Y si pretendes detenerme, que sea rompiendo el silencio, diciendo querer quedarte siempre... 
Aunque sé, que no lo harás.

Te confieso...

Te confieso que no me mereces, quizás por ser mucho o tal vez mucho mas que poco, pero aquí te quiero.

Te confieso que mis noches no son tan solitarias como pienso, porque la luz de tu ausencia me acompaña y ese silencio de tu voz que retumba en el recuerdo.

Te confieso que hay más allá de mi vida, una vida que crece, con parte de mi nombre, mi corazón y mi alma, también con un trozo de mi piel.

Te confieso que no es soledad lo que dejaste, solo ausencia, esa ya acostumbrada sombra de papel.

Te confieso que mis labios olvidaron el sabor de los tuyos, borrados por el dulce sabor de los que me besan al despertar.

Te confieso que no llego ninguna como tu, pero si otra, logrando llenar por completo mi vida.

Te confieso, que la amo como nunca ame, porque esa mujer que también me ama, detiene el mundo en su mirar, entreteje mi vida con sus propias manos, me lleva al cielo y me eleva entre sus alas, me vuelve a bajar, porque me da lo que nadie nunca pudo darme, porque con su agudo silencio y su fina voz no me llama amor... Ella, ella me dice papá.

viernes, 4 de septiembre de 2015

La noche de algún día...


Y aquí, con la luz a media asta, los ojos entrecerrados, buscando el brillo de mi propia oscuridad, he caído en los recuerdos, aquellos sublimes momentos, esas vanaglorias pasadas, esas heridas ya cicatrizadas.

Con un nuevo día despuntando el alba, la mañana llega fría, con la resaca de sus besos y el sinsabor amargo de sus lagrimas entre sus ojos y mis labios,
la ironía del tiempo, la paradoja de la vida, esa misma que me destrozo el alma y me regreso la vida, esa noche cualquiera de algún día, cuando regreso el camino y tras de él sus propios pasos, para encontrar el circulo vicioso del olvido, donde la recuerdo, convertida en pasado, en letras muertas de mis manos, en uno que otro verso de las páginas grises del silencio, de lo que se llevo el viento y de lo que ha borrado.