Despues de todo...

Y despues de todo, solo pasa el tiempo, se lleva hasta la minima expresion de la noche y la mañana, dejando escombros de la luz que se fue y se guarda, entre la sozobra de los recuerdos y uno que otro pequeño brillo en la mirada.

Despues de todo ya no hay camino dejado atras por las huellas, porque el sendero recorrido hace parte ya de otras sombras, de otros pasos, de los horizontes alcanzados, del futuro de nuevas almas, atras ya no hay tiempo, tan solo esa supuesta remembranza que reposa entre los imaginarios constantes de la muerte.

Despues de todo solo hay silencio, aquellas palabras habladas, esas letras escritas y plasmadas, borradas, desgastadas por el viento, ya no hay memoria, solo esperanza, porque el mañana es la incertidumbre mas bella de la noche, el mejor secreto que guarda la alborada... porque despues de todo, ya no hay nada.

Eres...

Podria pensar quizas, que encontrarte en un mundo mas alla, mas lejano que el mismo en el que habitan mis propios pies, seria la falacia mas absurda de mi propia existencia, porque no hay camino que no conduzca hacia tus manos, son tus alas las que me atan, las que me llevan y me hacen volar, junto a ti, junto a esa dulce sonrisa que borra la amargura de las horas intranquilas, de los pensamientos de vehemencia, dejando solo la locura de tu amor, de tu mirada.

Detallar ese timido rostro, esa tierna mano extendida hacia el cielo, esa dulce caricia que alivia mi pesar cuando brota mi llanto, esa fuerza. 

Si supieras como deseo crear el castillo perfecto para tus sueños, llevarte al mundo donde solo exista el sol en tus dias de sosiego, la luna calida y silente en las noches eternas de tu compañia, me mirarias y con esa misma sonrisa que delata tu inocencia, esa voz inaudible aun para mis oidos, pronunciaria las palabras mas dulces que aun no escucho, que aun espero.

Te vere levantarte hacia mi y alzar tus brazos hacia mi cuello, rodeando con la silueta de tu alma, el espiritu furtivo de mi corazon, aquel brioso, salvaje y loco, domado por el simple rose de tus labios. Como no entregarte el tesoro guardado entre las reconditos y oscuros rincones de mis pensamientos, si has vencido el cerrojo de mi corazon, cruzando el umbral de mis propios miedos.

Te hable alguna noche del silencio y escuchaste con atencion como mis letras hacian eco en el lugar donde habitabas. Como dejarte si los hilos de la vida me han atado a ti, a tu destino y a tus propios pasos, como perderme si perderte es perder la poca conciencia en mi cabeza, la poca cordura que me permite respirar. Eres mis alas, eres mis letras, los suaves movimientos de mis manos que escriben tu destino, que dirijen el mio, eres aquella perfeccion convertida en sueño y eres sueño convertido en la realidad tangible de mis noches, cuando duermo, cuando te respiro, cuando te tengo...

Si supieras...

Si quizas supieras que extraño cada recuerdo que dejaste sembrado en todos los rincones de mi soledad, que me mata el silencio de tu voz el domingo en la mañana, esa misma que me solia despertar.

Si supieras que te sueño y eres magia, si supieras tan solo, como el aroma de tu propio aire circunda por las corrientes de mis pensamientos y aun etereo se hace forma, esa misma que se escapa entre mis dedos.

Si supieras que has dejado la soledad colgada en el armario de tu ropa, desteñida y arrugada, empolvada por los recuerdos que inundan cada noche, cada dia, cada lagrima desprendida del alma, si, hoy he hablado de tu ausencia y esa voz me ha contestado aun sin contestar.

Como supieras que el llanto consume mi voz y se apaga, mientras la neblina dispersa la silueta de tu sombra que se va en la alborada, y solo queda, ese desencanto y desasociego entrelazado entre mis letras, con el amargo sabor de la distancia, la lejania embarcada en ese espacio donde no existe el tiempo, donde ya no hay nada.

Hoy, me recibio tu recuerdo asomado en la ventana, inundando mis ojos de nostalgia, reminisencias colgadas en el buró de la muralla, esa que nos une, esa misma que nos separa, hoy, he pensado en ti mientras te pierdo en el latido de mi vida, entre rosas marchitas y la tinta de tu nombre que se escurre entre los taciturnos ecos, de tus pasos en la sala.

Eternidad...

Y sientes que te elevas hacia el confín de tus propios sueños, elevado por un suspiro frío que se cuela por tus pies, llegando hacia el borde de tu soledad más íntima, rompiendo la barrera de tu piel.

Suenan mil notas grises de tristeza, más el sol callado y ausente trae su luz y despeja tu mente, hallas por fin entre el

Silencio esas palabras agudas, insonoras pintadas de azul, esas letras bañadas de esperanza.

Y buscas, buscas las salidas al horizonte perpetuo del invisible laberinto creado por la ilusión de tu mente, esa pequeña gran puerta que te lleva, te susurra y te rescata, de las noches frías de invierno.

Por un momento, en un instante sin tiempo, sientes al fin que tus alas te conducen más allá, a través de la mañana, atravesando los recuerdos, tocando la eternidad.