viernes, 13 de septiembre de 2013

Si supieras...


Si quizas supieras que extraño cada recuerdo que dejaste sembrado en todos los rincones de mi soledad, que me mata el silencio de tu voz el domingo en la mañana, esa misma que me solia despertar.
Si supieras que te sueño y eres magia, si supieras tan solo, como el aroma de tu propio aire circunda por las corrientes de mis pensamientos y aun etereo se hace forma, esa misma que se escapa entre mis dedos.

Si supieras que has dejado la soledad colgada en el armario de tu ropa, desteñida y arrugada, empolvada por los recuerdos que inundan cada noche, cada dia, cada lagrima desprendida del alma, si, hoy he hablado de tu ausencia y esa voz me ha contestado aun sin contestar.

Como supieras que el llanto consume mi voz y se apaga, mientras la neblina dispersa la silueta de tu sombra que se va en la alborada, y solo queda, ese desencanto y desasociego entrelazado entre mis letras, con el amargo sabor de la distancia, la lejania embarcada en ese espacio donde no existe el tiempo, donde ya no hay nada.

Hoy, me recibio tu recuerdo asomado en la ventana, inundando mis ojos de nostalgia, reminisencias colgadas en el buró de la muralla, esa que nos une, esa misma que nos separa, hoy, he pensado en ti mientras te pierdo en el latido de mi vida, entre rosas marchitas y la tinta de tu nombre que se escurre entre los taciturnos ecos, de tus pasos en la sala.

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