viernes, 12 de julio de 2013

Como llamar a una despedida...


Sintiendo como el nudo en mi garganta se deshila en un mar de recuerdos, que presurosos corren por mi rostro hacia mi alma, veo detrás de mi las estrellas que solían acompañar mis noches y delante el camino del nuevo mundo que recorrerán mis pies.

Queda el silencio en el tintero, escribiendo las palabras que nunca dije y llenando de pensamientos, uno tras otro de los días antes del amanecer.

El tiempo no corre y mientras mi alma se eleva al confín de la distancia, congelada mi vida queda, plasmada en imágenes de lo que fui, de lo que soy, de lo que recuerdo alguna vez.

Dejo detrás aquellos besos, las caricias de mi piel entre los pliegues de mis sábanas, mis lágrimas fundidas en la profundidad de mi almohada, y el corazón allí, donde tu te encuentras.


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