Recuerdo esas dulces tonadas que de niño deleitaban con el mas fino aroma de sentimiento, recorriendo cada rincon de mi pequeño cuerpo.
Esa voz, esos momentos, esas notas amargas de partir sin caminar de su mano y ver la distante silueta de sus pasos.
Corria a toda marcha tras sus huellas, sin importar si dejaba o no las propias tras mi sendero.
Recuerdo esos años tras el espejo, esa sonrisa a medio borrar de mi rostro, recuerdo el silencio, hoy recuerdo tu recuerdo.
Melancolica sonata de mis manos, esas palabras, esos sueños, aquel fragil sonido que rompe la distancia, leyendo cada segundo de mi vida, cada instante de mi existencia.
Recuerdo mis manos queriendo seguir sus manos, mis propios dias anhelando el futuro, hoy, el futuro que anhelo esta detras de un milllon de vueltas atras en el reloj.
Gastando hasta el ultimo centavo de mi alma por comprar los dulces besos de la inocencia, sin importar quiza si mañana no habia mañana, tan solo bastaba saber de ti al despertar bajo tu misma almohada, al verte sonriendo, mientras yo dormitaba placido en los sueños elevados entre cometas por el viento, sostenido por las fragiles caricias de mi inexperiencia, por la fuerza de tu amor.
Recuerdo y te recuerdo, me pierdo en el lamento de esa historia triste que esta noche evoca mis letras, en ese preciso momento cuando las heridas pretenden cerrar el pasado, puede colarse el mas pequeño frio de tu ausencia, y es alli cuando desbordan los recuerdos, se atoran en mi garganta y eternamente me conducen a recordar, a recordarte y a perderme, entre la imagen de tu sonrisa y el olor del invisible perfume de tu muerte.
Esta noche te recorde, asi como te recuerdo a cada respiro, a cada latido, mientras tu voz, quebrantando la musica insonora en mi cabeza, me dice, que todo va a estar bien.
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