domingo, 25 de agosto de 2013

Mañana...


Mañana, decidido a cruzar las fronteras mas alla del entendimiento y la razón, navegar entre los pensamientos mas oscuros de mi propia alma y convertir palabras en materiales trozos de mi vida, elevo mis pies sobre el firmamento de los años guardados en las promesas, en la piel.

Todos mis pasos y las tristezas, acomodados en el rincon vacio de la soledad, aguardaran la noticia de mi partida, a donde no existe lugar alguno que conozca, a ese mundo que una vez imagine pero que no existe, aquel lugar de donde vengo.

Han transcurrido infinitos segundos, mi reloj esta por detenerse en la hora justa de mi propia muerte, como morir mientras tus ojos ven y tu cuerpo respira, es trascender, morir al tiempo, alcanzar la meta de un nuevo horizonte.

Busco hilar entre la cadena que ata mi propio corazon al cuerpo, aquello que aun no siento, ese increible suceso de mi propia vida, caminar al rumbo que ha trazado Dios para mis pasos, caminar sin detenerme, sin volver atras, y olvidar entre recuerdos.

Un latido, ese pequeño sonido recorriendo la distancia de mis dias que quedaron colgados tras las prendas desgarradas del ayer, ese ruido consonante con mis sueños, esas palabras, esas preguntas, esas respuestas, ese incierto, es figura y es sombra, tan solo es todo, ese todo que se lleva una noche una hora y mil vidas, es el tiempo, es la luna y es mi piel.

Mañana, buscare un motivo para no encontrar razon alguna de mi propio nombre, dandole un nuevo nombre al atardecer, quien me robara un poco mas que el alma, quien me robara la sonrisa, quien me robara la vida y se fundira para siempre, para dejar de ser...


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