miércoles, 7 de octubre de 2015

Es momento...

Y creo que es momento de terminar la inevitable agonia del tiempo, desconectar el alma de los cuidados intensivos del silencio donde esperaba una señal de vida, aquellas erróneas esperanzas de un nuevo respiro, de una nueva salida.

Es momento de dejar morir ese sueño, cortar el hilo rojo que ataba la distancia de nuestros pensamientos observando el cielo, aquella atadura de recuerdos, es momento de dejar de respirar.

Dicen quizás que todo final es un nuevo comienzo, yo diría que es el final de esa latente incertidumbre de tenerte y perderte, sin haberte tenido.

Es momento ya, de romper las cadenas de nuestras alas y volar, hacia el horizonte de tus sueños, hacia el olvido de los míos, allí, donde no existimos más.

Te libero de mis letras, de mis afanes por encontrar tus manos y tus besos, de mis locuras y niñerías, de mis reproches, te libero de mi sombra y mi figura, eres libre de mi recuerdo, puedes ahora despegar de mis pensamientos hacia el confín de mi propio olvido, eres libre de mi y de mis sueños contigo.

Es hora entonces de congelar los recuerdos y convertirlos en reliquias empolvadas de cajón, que quizás con el tiempo se borraran...
Y para ser francos, después de tantas veces despedirnos, de tantos finales inconclusos y palabras a medias, esta vez, es momento entonces de decir adiós.

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