martes, 26 de enero de 2016

Mi última letra...

Al final uno hace lo que mejor sabe, huir, y eso hago ahora mismo, huyo de la realidad, del dolor del momento, de la rabia contenida, de la desaprobación del público, de los juicios ajenos, de tu mirada inquisidora, por huir, huyo de mi mismo, de mi conciencia, de mis anhelos.

Me refugio en estas letras que brotan desgarrando el alma, haciendo sangrar todas y cada una de las cicatrices acumuladas, escribo con ansia, con desasosiego, golpeando fuerte las teclas, para gritar al mundo todo lo que llevo callando, todo el acúmulo de emociones que esta noche me desvelan, escribo estas letras para callar otras muchas, esas que hablan de mi realidad del momento, para no escribir de celos, de tríos, de problemas.

Así que huyo, a un lugar donde me llevan las notas del piano que ahora escucho, un lugar donde duermo plácidamente en el regazo del silencio, donde no tengo que pensar más si lo que hago está bien o está mal, donde no dudo de tu presente ausencia. En un lugar donde ya no hay tres sino dos, ese lugar donde los fantasmas se desvanecen, donde me siento en calma. 

Quizás mañana ya no tenga que huir más, de momento, sigo corriendo con fuerza, regalando letra tras letra, historia tras historia, dejando atrás pedacitos de mí, la estela de mi sombra...

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