lunes, 1 de abril de 2013

A tu salud...


Quizas entender aqui, que la sicuta de mi muerte fue el causal de mi desgracia y el miedo a la soledad se ha apoderado del rincon mas oscuro de mi alma, comprender en silencio como las notas que flotan inertes en el viento, en la nada, resuenan profundo en las heridas no curadas del tiempo,

Callar, ante los murmullos de las sombras mientras me embriago del pasado y recorro poco a poco las tonadas invisibles en mi mente, un minuto mas de ayer, ese que es tan fuerte y despiadado, que arranca de mis ojos las palabras y las desliza por mi rostro hasta el confin de mi cuerpo.

Hoy, se refugia mi noche en el brillo oculto de tus ojos, ese tenue deslumbrar que hipnotiza, mas es la ilusion desvanecida por mis ganas de tenerte.
Salud a la sombra de tu ausencia sentada en mi regazo, derrumbando uno a uno los sueños de la eternidad que se ve deshecha, desterrada al para siempre del dia que nunca llega.

Empujado mi destino a la direccion del horizonte lejos de ti, alli hacia la muerte de mi muerte, el despojo de mis años y el sin retorno de un adios, condenado a vagar por los mundos posibles de mis sueños, en la locura furtiva de mis instintos, donde me dejaste con el juego de tus besos y perdiste lo poco que quedaba de mi, ahora bien, te dejo mi ausencia eterna, en compañia de tu soledad y tu tristeza.

Quizas la mala jugada de la suerte, el momento menos indicado o el destino, eso que llamo tiempo, eso que llamas azar, caer entre tu piel con invisibles manos y anhelar el camino de tus palabras y los pasos que van en la direccion contraria de mi silencio, al ningun lugar donde no me encuentro, donde ves lo que no soy y pierdes lo que siempre he sido...

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