Hoy, los demonios de mi alma, condujeron mis pasos por las huellas de mis recuerdos, se trastocaban las imagenes del tiempo en un sendero lleno de tristeza, de nostalgia.
Ancioso por llegar al destino incierto, desolado y frio, presurosas escapaban una a una las letras a traves de mis mejillas, corriendo al confin de mi tristeza, alimentando ese dolor que me carcome, me consume y me destruye.
Mis manos se detuvieron por un momento, suspendidas en el pensamiento de mis palabras, esperando quizas la salida de aquel lugar que desconozco, en el que me pierdo con el pasar de los dias, en el que muero sintiendo como se desgarra la piel. Han crecido ya raices a mis heridas, ancladas siempre a los recuerdos que ya olvide pero que anhelo con fervor.
Hoy, los demonios de mi alma, acabaron con lo poco que quedaba de mi esencia, frivolas caricias enaltecidas de ayer, momentos que llegan en el silencio de mi mente y que no me dejan volar, aquella luz tenue de mi sombra que aun respira queriendo escapar, mas es vano, el aliento se ha acabado, se ha perdido, ha muerto derrotado.
Hay mejores dias decia la noche, y por un momento encontre aquel recuerdo de mi niñes, donde todo era el miedo a despertar a mitad de la noche y encontrarme solo, mas ahora, ese mismo miedo me consume, sentado aqui frente a la luz artificial de mis propias culpas, con los ojos cerrados y tratanto de diferenciar quien soy y quien se ha perdido de mi propio cuerpo, escucho como el cielo clama por mi sangre y de repente lagrimas brotan de mi corazon hacia el nudo de mi camisa que ahoga mi pecho.
Con los sentidos agudos y sin voz en la garganata, magnifico aquellos momentos de temor bajo la almohada, empapada en llanto por perder lo que no he sido, por olvidar lo que merezco y merecer lo que no tengo.
Hoy mis demonios, me han refugiado entre mis culpas y mis miedos, hoy han truinfado.
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