jueves, 18 de abril de 2013

Sólo una despedida...

El tiempo no pasa, no trasciende, se va y se pierde entre los segundos recorridos del reloj, llega furtivo y se va veloz.

El tiempo, Saber que es el tiempo, aquella incógnita perpetua escondida tras los años, ver como en silencio la figura se aleja y sólo queda la sombra de una sonrisa marchita y fría.

Hoy, no hay tiempo más allá de mis letras, se ha quedado congelado y muerto, en la noche que nunca llega y que deseó olvidar, olvidar los momentos y olvidar su nombre, morir ante el recuerdo y suspirar.

Esta noche, congeniada con el frío de los cuerpos, destierro del olvido el recuerdo de tenerte, porque inexistente día, acongojado, se ha quedado perdido, ha muerto desolado.

Quiero retumbar el adiós de mis letras, seguro que mis manos tocarán tu alma y te elevaran en ellas, se desprenderán de lo que era tu mirada y en silencio, partirán de tu lado para siempre cuando llegue la mañana.

Será que aún lo recuerdas, si en el alba colgare el olvido de tu ventana y responderá mi ausencia a tu súplica a tu lamento, que tarde, más temprano, vivirá para siempre en aquel momento perdido, aquel momento que sólo mis sueños recuerdan.

Hoy me despido del tiempo y lo dejo para siempre correr de tu mano.

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