A tu memoria mi reflejo, lo que soy y lo que tengo, a tu memoria tu y
mis versos, tus palabras, aquellas infinitas horas tras los vastidores
de mi realidad, tras las metas y mis sueños.
Hoy
mientras escribo, a tu memoria dejo mi llanto, pero mas vale la sonrisa
de tu voz y ese milagro, de conocer la divinidad de lo humano, de
refugiarme bajo tu pecho y ser mi lugar favorito en el invierno de mis
propios años.
Como hilar las palabras necesarias para
detallar lo que se lleva el dia y se pierde en el confin de mis noches,
como arrancarle a la memoria cada caricia y cada beso, si la flor
marchita de tu lecho, sucumbe a cada dia como no lo hace mi tristeza y
tu silencio, aquella ausencia fria y vacia que me acompaña cuando
suspiro por sentir el susurro de tu oracion, los trastabillantes pasos
en la mañana.
Como sentarme y no pensar, si tu recuerdo
son mis manos, si con la paciencia que solo tiene el tiempo, hilaste
una a una las fibras de mi vida, atando cada cabo suelto de mi camino,
iluminando con tu luz, la despedida mas profunda de aquella alborada,
cuando con alas propias desterraste la mortalidad de tu esencia y
dejaste tras de ti la estela del perfume de tu alma.
A
tu memoria dejo mi vida, una mas que me acompaña, a tu memoria su
sonrisa, los recuerdos que heredare, tu nombre favorito, unas cuantas
palabras.
Hoy, a tu memoria letras negras, multicolores
de esperanza, hoy a tu memoria el ocaso de perderte y de tenerte, de
escucharte en el silencio de mi calma, de sentirte a cada paso, cada
domingo, mientras el lado oscuro de mi sueño se refugia y de tu mano se
levanta, hacia la eternidad de mi tristeza, hacia lo que vendra
mañana... a tu memoria.
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