lunes, 29 de septiembre de 2014

Para que?


La pregunta es... para que meter el corazón, donde solo alcanzan las palabras?
Si ya es suficiente inundar de letras la memoria y recordar una a una la vívida voz de la penumbra, esa luz perdida entre las sombras.

Para que querer pensar, que pensar en querer es llegar a amar, si amar es tan solo el efímero silencio de la vida que se pierde en el momento que se pasa, la sonrisa que llega e ipsofacto se va.
Para que meter entonces el corazón en los asuntos del tiempo, si el pasado no acepta un solo reclamo.

En donde alojar talves todo eso que se llama sentimiento, esa pesada carga de besos y caricias trastocadas por la inquebrantable voluntad de aquello que no tiene voluntad propia, esos hilos invisibles que conducen la ciega mirada, la conciencia perdida, esa razón nublada.

Para que meter el corazón donde nace la alborada, si la mañana se despierta tranquila ante los ojos de la nada, donde nadie las lee, donde nadie dice nada, tan solo el eco sublime de la soledad que arrastra con unas cuantas heridas las pequeñas grietas de esto que aun llamo alma.

Para que meter al corazón entonces donde ya no queda nada?

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